Por primera vez en 90 años, la Copa Mundial de fútbol de la FIFA se disputó en un país árabe. Esta 22da Edición de la competencia deportiva más importante del mundo en Qatar, nos regaló algunas enseñanzas:
1. Nadie más hospitalario que los árabes
Mucha fue la sorpresa de las personas que asistieron a la Copa Mundial de la FIFA 2022 en Qatar. Quienes tenían miedo, bajas expectativas, o muchos prejuicios antes de viajar, de pronto se encontraron con que el pequeño país del Golfo era mucho menos amenazante de lo que habían escuchado. Se encontraron con la famosa hospitalidad árabe.
TikTok y las redes sociales se llenaron de historias virales sobre estos encuentros tan generosos. Destaca una sobre un grupo de personas que volvían a su país de origen luego de los octavos de final y terminan quedándose hasta la final gracias a la invitación de un qatarí. Otros que reciben regalos más que generosos por parte de jeques o invitaciones a sus casas (o palacios!).
No faltaron aficionados que pudieron disfrutar de manera impensable de partidos desde palcos VIP y VVIP gracias a la invitación de algún local. Y claro, el agasajo con la comida también se hizo presente: desde invitaciones lujosas en restaurantes, hasta hinchas haciendo asado con carne de cordero gracias a un qatarí que hizo las compras y consiguió las herramientas. Todo esto sin pedir nada a cambio.
El mayor de los ejemplos de generosidad fue cuando el Emir de Qatar, Tamim Bin Hamad Al Thani, le colocó el mismo a Lionel Messi el Bisht, una prenda de ropa tradicional y milenaria que solo usa la realeza y personas del más alto estatus.
2. Cumple sus sueños quien resiste
Argentina campeón del mundo era una postal que se estaba haciendo desear hace 36 años. Con jugadores como Messi y Di Maria jugando en la selección argentina desde 2006 y 2010 respectivamente, las expectativas siempre fueron altas. Y sin embargo, la victoria nunca llegaba.
En el mundial de Brasil 2014, Argentina caía en la final frente a Alemania que venía de hacerle 7 goles al anfitrión. El golpe fue durísimo para el equipo y los hinchas de todo el país. Como si eso fuera poco, en 2015 y 2016, la selección argentina volvió a disputar las finales de la Copa América, siendo superada en ambas ocasiones por la selección chilena.
Con 3 finales perdidas, Messi anunciaba su retiro de la selección. Es que no se trataba únicamente de una frustración deportiva, sino de toda una maquinaria de prensa mediática que no hacía más que tirarle veneno a él y al resto del equipo. Desde cuestionar sus habilidades, hasta ir tan lejos como poner en duda su lealtad por la camiseta albiceleste. Pero algo no tan sorprendente sucedió: resultó ser que la voluntad y la opinión popular estaba muy lejos de lo que decían los medios. Una inmensa campaña popular en redes sociales se hizo escuchar con el mensaje #NoTeVayasLeo. Y Lionel tomó nota y volvió a la carga, siguió intentando.
2021, 5 años después en el mítico Maracaná de Brasil, la selección Argentina con Messi a la cabeza se corona campeona de la Copa América venciendo al local, con un golazo de Di María. Y se rompe así la maldición de las finales. Acto siguiente, la selección goleó 3 a 0 a Italia, campeón de la Eurocopa, en la Finalíssima disputada en Wembley. ¿No será demasiado ya? Claro que no. El 18 de diciembre de 2022, unos meses después. ante los ojos del mundo entero, Messi se corona con la selección Argentina Campeón del Mundo por primera vez en su vida. El único título que le faltaba. Hoy Lionel Messi ha superado en las estadísticas a los mejores del mundo como Maradona, Pelé, Ronaldo, Distefano y tantos otros.
Moraleja: no rendirse rinde sus frutos. Si Messi hubiera escuchado a las voces de la escasez que abundan en los medios masivos de comunicación, la Copa Mundial sería francesa. Pero Messi escuchó a su corazón albiceleste y Argentina y el mundo lo celebran.
3. La vara no es la misma para Occidente que para Medio Oriente
Desde que se anunció a Qatar como anfitrión y sede del Mundial de la FIFA 2022, las campañas de boicot promovidas por la UEFA (Unión de Federaciones Europeas de Fútbol) y los medios de comunicación no tardaron en llegar.
Y aunque el caballito de batalla de esas campañas eran las justas denuncias a las violaciones de DDHH en Qatar que motorizaron organismos internacionales de DDHH como Amnistía Internacional, la hilacha de la UEFA se hizo ver. Rápidamente se sumaron las fake news sobre lo peligroso que sería para las mujeres asistir al mundial, que habría peligro de encarcelación para personas de la comunidad LGBTQ+, entre otras tantas.
¿Puede confiarse en la moralidad de las denuncias de los países de la OTAN (…) o deben ser entendidas dentro del concepto de orientalismo que busca crear una imagen completamente desdibujada que sirva como soporte ideológico de una futura invasión?
¿Había una preocupación real por la integridad y el bienestar de las personas que viven en Qatar, o era una forma de presionar para conseguir organizar el mundial en Europa, como ya intentaron hacer con el mundial de Sudáfrica y Brasil en 2010 y 2014 respectivamente?
Cabe preguntarnos además, ¿un mundial en Europa no sería igual de digno de ser boicoteado considerando los crímenes que perpetran la mayoría de sus países miembros desde la OTAN? Libios, Sirios, Iraquíes, Afganos, Malienses, son solo algunas de sus víctimas. Bajo el lema de intervenciones “humanitarias”, se han cobrado la vida de millones de civiles y desplazado otros tantos que ahora viven bajo la carátula de refugiados. Refugiados que luego no pueden huir a países miembros de la OTAN debido a sus políticas racistas anti inmigratorias.
Qatar está muy lejos de ser un paraíso de los DDHH, pero ¿puede confiarse en la moralidad de los países de la OTAN? ¿Pueden considerarse legítimas o bien intencionadas sus denuncias o deben ser entendidas dentro del concepto de orientalismo que busca demonizar y crear una imagen completamente desdibujada que les sirva como soporte ideológico de una futura invasión?
4. Los boicots tienen su tradición en las Copas Mundiales
El punto anterior nos lleva a recordar la larga tradición de boicots en los Mundiales. El primer mundial que se llevó a cabo en Uruguay en 1930 fue motivo de boicot para algunas selecciones europeas. La mecha la encendió Inglaterra que se consideraba “inventora del fútbol” y por lo tanto con el derecho incuestionable de ser anfitrión. Sólo Bélgica, Francia, Rumanía y Yugoslavia participaron de ese mundial.
El siguiente, que se llevó a cabo en la Italia de Mussolini en 1934, fue boicoteado a pedido de Uruguay por casi todas las selecciones americanas en represalia por el mundial anterior. Escenario que volvió a repetirse en 1938, esta vez promovido por Argentina que debía ser el país anfitrión pero no lo terminó siendo por una decisión arbitraria del presidente francés de la FIFA que lo movió a Francia.
Años más tarde en el mundial de Argentina 1978, el motivo de boicot fue en repudio a la cruenta dictadura militar que imperaba desde 1976 en el país. Johan Cruyff, jugador estrella de la selección de los Países Bajos fue el único que se negó a ir.
Aunque la campaña no tuvo éxito inmediato, tuvo un fuerte impacto en la opinión pública internacional y sirvió para presionar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a visitar el país en 1979.
En el caso de Qatar, son las pobres o inexistentes leyes en relación a los derechos de la comunidad LGBTQ+ y las condiciones laborales de los trabajadores que construyeron los estadios del mundial lo que motivaron las campañas de boicot.
Según Amnistía Internacional, Qatar ha realizado varias reformas laborales notables desde 2017, incluida la introducción de un salario mínimo, tribunales laborales y un fondo de apoyo para pagar salarios impagos. Sin embargo, no ha actuado diligentemente en la investigación y en el control de las compañías constructoras de los estadios para garantizar la integridad de los trabajadores. Se estima que unas 6500 personas han muerto desde que Qatar fue anunciado como anfitrión. Hay además denuncias de explotación laboral, coerción, y otros abusos que atentan con los derechos básicos de las personas, sobre todo migrantes.
Estos son sólo algunos ejemplos que denotan como las historias de boicots, son tan viejas como los mundiales. Cabe ahora preguntarnos, cuál será el clima del siguiente mundial 2026 que organizarán EEUU, Canadá y México. ¿La prensa cuestionará con igual vehemencia las políticas de DDHH de sus anfitriones? ¿Se hablará del muro construido en la frontera con México, de las cárceles para inmigrantes donde detienen hasta a las infancias? ¿De Guantánamo? ¿De las tropas en Haití?
5. Palestina: el equipo que ganó el mundial sin jugarlo
Hubo un hecho que llamó la atención de la prensa mundial: la fuerte presencia de banderas palestinas en todos los partidos del mundial.
Tal vez por la cercanía geográfica entre Catar y Palestina, tal vez por ser el primer mundial en hacerse en un país árabe, lo cierto es que los colores palestinos coparon la escena y recorrieron el mundo entero a través de las redes sociales y las transmisiones del mundial.
Banderas palestinas eran sostenidas no sólo por los mismos palestinos, sino también por qataríes, brasileros, libaneses, argentinos, entre otros. Más llamativo aún fue ver celebrar a la selección de Túnez y Marruecos con la bandera palestina. El Rey marroquí firmó recientemente acuerdos de normalización con la Ocupación sionista, pero eso no impidió a los Leones del Atlas ondear juntas las banderas palestina y marroquí, demostrando que el amor entre los pueblos supera a cualquier negociado político y que Palestina no se negocia.
6. Se puede vivir un mundial sin alcohol
Mucho se especuló sobre la venta de alcohol en el Mundial. Podría decirse que es “un clásico” del fútbol, o mejor dicho de los mundiales que son sponsoreados por megacorporaciones como Budweiser, entre otras.
Qatar tiene leyes que no permiten la venta ni ingesta de alcohol en espacios públicos. Hay una sola licorería en Qatar que queda en las afueras de Doha, donde sólo residentes extranjeros con permisos especiales pueden comprar para consumo en sus hogares. Turistas también pueden consumir alcohol en determinados restaurantes y hoteles que tienen licencias especiales para vender. Claro que los precios son otros: una lata de cerveza puede salir alrededor de $18 dólares.
Sin embargo la FIFA y Budweiser, fiel a las costumbres del capitalismo, creyeron que esas leyes podrían doblegarse en pos de los dividendos. No sucedió y las tradiciones qataríes debieron ser respetadas. Las consecuencias fueron sorprendentes.
Por primera vez en la historia un país árabe y africano llega a las Semifinales en un mundial.
Clima de fiesta, alegría, emoción y camaradería. Los incidentes que pueden surgir de multitudes de personas aglutinadas en un mismo lugar se redujeron considerablemente. Fueron muchas las mujeres que consideraron que este mundial debía sentar un ejemplo y precedente para futuras celebraciones deportivas ya que no reportaron acosos ni incidentes incómodos que son algo a lo que lamentablemente están acostumbradas en sus países de origen. Muchos afirmaron que fue el mundial más seguro de la historia.
7. Los partidos hay que jugarlos
Este fue un mundial lleno de sorpresas. La primera fue el triunfo de Arabia Saudita sobre Argentina que luego se consagraría campeón del mundo. Tal fue la alegría para el país del Golfo que el Rey de Arabia Saudita decretó un feriado nacional. Otro batacazo lo dió Japón venciendo a Alemania, que terminó yéndose por segunda vez consecutiva tras la primera ronda de grupos. Túnez también sorprendió en primera ronda venciendo a quien fuera el último campeón, Francia.
Pero la mayor de las sorpresas la dieron los Leones del Atlas. Vencieron al Portugal de Rolando en los octavos de final y a España en cuartos. Por primera vez en la historia un país árabe y africano llega a las Semifinales en un mundial. Marruecos se robó así el corazón del mundo, y en especial del mundo árabe. Por su fútbol, por su solidaridad con Palestina, y porque nos regalaron las imágenes de celebraciones más hermosas del mundial con sus familias bailando en pleno campo de juego.
El fútbol es mucho más que estadísticas, los partidos hay que jugarlos.
8. Aunque la copa se la llevó Sudamérica, los cupos de las confederaciones son muy desproporcionados.
Previo a la final de Argentina con Francia, se dieron a conocer declaraciones de la estrella de la selección francesa, Mbappé: “[…] la ventaja que tenemos aquí es que siempre jugamos partidos de mucho nivel […] Cuando llegamos a la Copa del Mundo estamos listos, y Argentina y Brasil no tienen eso. En Sudamérica el fútbol no está tan avanzado como en Europa. Y es por eso que cuando mirás las últimas Copas del Mundo siempre son los europeos los que ganan»
La última copa mundial ganada por un equipo sudamericano había sido en 2002 por Brasil, pero aún así, las declaraciones de Mbappé no hacen total justicia a la realidad.
En el mundial de la FIFA hay un cupo de 32 selecciones. De esos cupos, 13 son destinados a equipos de Europa y solo 4 a equipos sudamericanos. Europa por lo tanto, cuenta con tres veces más chances de llevarse la Copa.
Similar es la situación de los demás países. La CONCACAF (Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Fútbol) tiene un cupo de 4 equipos, y África y Asia, 5 cupos cada uno.
Revisemos entonces la historia y los números:
– Europa ganó 12 Copas mundiales repartidas entre 5 países. Alemania con 4 copas, Italia otras 4, Francia 2 y España e Inglaterra, 1 cada uno.
– Sudamérica tiene 10 Copas repartidas entre 3 campeones: Brasil 5, Argentina 3 y Uruguay 2.
Sudamérica tiene casi la misma cantidad de Copas que Europa pero disponiendo de sólo 4 cupos en lugar de los 13 con los que goza Europa.
A pesar de la desfavorable situación para los sudamericanos en cuestión de cupos y pujas políticas, Argentina ha demostrado en este último mundial que en el campo de juego, Sudamérica es potencia mundial.
