4 formas de abordar la Causa Palestina durante las festividades

La temporada navideña no solo es un momento para celebrar, sino también una oportunidad para fomentar la reflexión, la introspección y conversaciones sobre temas importantes.

Todos los años, llegan a Palestina medio millón de visitantes en época navideña para conocer la Basílica de la Natividad, el lugar donde hace más de 2 mil años nació Jesús de Nazaret, en la ciudad de Belén.

Pero este año es distinto. No hay turismo, ni peregrinos. No hay árbol navideño en el centro de la ciudad, ni luces festivas. La ciudad de Belén está cercada por las Fuerzas de Ocupación Israelí, que además de amanecer muchos días con jóvenes heridos, asesinados o detenidos por Israel, amanece diariamente con la noticia de nuevos compatriotas asesinados en masa a tan solo 75 kilómetros en Gaza.

Mientras el mundo celebra, Palestina se desangra: ya van cerca de 20 mil personas asesinadas en Gaza y más de 1.9 millones de personas desplazadas. En tan solo 72 días, Israel ha lanzado más de 40 mil toneladas de explosivos (equivalente a más de 3 bombas atómicas), en lo que se está convirtiendo en la mas cruenta operación de su historia. Un genocidio que será recordado como una segunda Nakba.

Pesebre en la Iglesia Luterana de Belén. Foto: Ayman Oghanna / NPR

Este año, Jesús se encuentra literalmente entre escombros. Una imagen desgarradora que la Iglesia Luterana de Belén comparte al mundo como un grito por la paz y un llamado a la reflexión. “Queremos mandar un mensaje al mundo de que así es como se ve la Navidad en Gaza y en toda Palestina. Así es la Navidad en el lugar de nacimiento de Jesús: niños asesinados, casas destruidas y familias desplazadas”, afirma Isaac Munther, Pastor de la Iglesia Evangélica Luterana de Belén. “Si Jesús naciera de nuevo hoy, lo haría bajo los escombros en Gaza”.

Creemos importante aprovechar el espíritu de bondad que debiera reinar para hablar sobre las injusticias y la deshumanización a la que está siendo sometido el pueblo palestino.

Los jefes y patriarcas de las Iglesias de Tierra Santa -católicas, ortodoxas, armenias, luteranas, siríacas, etíopes, coptas, entre otras- anunciaron que este año la Navidad será «solemne, de oración y ayuno». Belén, como cualquier otra ciudad palestina, está de luto.

En este contexto, la Navidad cobra nuevos sentidos y desde el Club de la Cultura Árabe creemos importante aprovechar el espíritu de bondad que debiera reinar para hablar sobre las injusticias y la deshumanización a la que está siendo sometido el pueblo palestino.

Acá te compartimos cuatro ideas para hacerlo:

1. Elementos de la cultura palestina en la decoración

La incorporación de elementos de la cultura palestina en la decoración festiva puede ser una buen disparador de conversaciones importantes durante tus celebraciones. Podés utilizar la distintiva trama de la Kufiya, un símbolo icónico de la identidad palestina, al envolver regalos o al colgar adornos. Si tenés una kufiya, también podés usarla o dejarla debajo de tu árbol de navidad decorativamente.

No solo vas a estar añadiendo un toque único a la decoración, sino que vas a despertar la curiosidad de tus invitadas/os, la cual podés aprovechar para mostrar tu solidaridad y llevar a conversaciones más profundas sobre la situación actual en Palestina.

Te compartimos para que descargues libremente algunos elementos para hacerlo.

Descargá libremente nuestros recursos para imprimir y recortar.

2. Regalos y apoyo a la campaña BDS

Si vas a hacer regalos, evitar comprar productos de marcas que se benefician de la ocupación palestina es una manera poderosa de mostrar solidaridad. Algunas de estas marcas son Zara, Hewlett Packard, Soda Stream, Disney, Carrefour, entre otras.

Comunicando tu elección a tus invitados, estarás abriendo la puerta para hablar sobre la Campaña de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), una iniciativa global que busca presionar pacíficamente a Israel para que cumpla con el derecho internacional y respete los derechos humanos del pueblo palestino.

3. Dátiles: Un símbolo de la ocupación y el apartheid

Los dátiles, un elemento clásico en algunas mesas navideñas, también son un símbolo de la economía palestina. Sin embargo, muchos de los dátiles vendidos como «israelíes» provienen en realidad de tierras expropiadas ilegalmente a palestinos en Cisjordania. Los palmerales son explotados por colonos de asentamientos ilegales en el Valle del Jordán o en los Altos del Golán, y las ganancias alimentan la expansión de más asentamientos, convirtiéndose en la principal fuente de ingresos para muchos de estos asentamientos. Esta realidad despoja a los palestinos de la oportunidad de impulsar su economía con sus propios productos.

Cuando compres dátiles para esta Navidad, asegurate que no vengan de “Israel” y compartí tu decisión con tu familia e invitados como otro ejemplo de acción solidaria que pueden hacer en el marco de la campaña de BDS.

4. Desmitificar la narrativa orientalista

La mirada judeocristiana occidental ha impregnado a la Navidad con algunas ideas orientalistas. Jesús es blanco, y muchas personas ni siquiera saben que Belén, donde nació, queda en Palestina. O peor, piensan que queda en Israel.

Del mismo modo, ignoran la existencia de palestinos cristianos, quienes han practicado el cristianismo mucho antes de que este llegara a Europa en el siglo IV d.C, manteniéndolo vivo durante todos esos siglos.

Este desdibujamiento de la diversidad de la sociedad palestina, que nos hace creer que todos los palestinos son musulmanes, distorsiona la lucha palestina, intentando presentarla como una «lucha islámica». No lo es. Es una lucha por la libertad y autodeterminación.

Personas en el funeral de las víctimas de la iglesia de San Porfirio en la ciudad de Gaza. Foto: Ali Jadallah/Anadolu via Getty Images

Es importante deconstruir estas narrativas porque utiliza al cristianismo para alimentar el mito de que Israel es “la única democracia de medio oriente” y que está «protegiendo a los palestinos cristianos, de los palestinos musulmanes».

Que quede claro: los cristianos en Palestina sí necesitan protección, pero la necesitan de quienes bombardean sus casas, iglesias, los despojan de sus tierras, les construyen un muro de apartheid que los separa de seres queridos… básicamente necesitan protección del supremacismo colonial que imparte el estado etno-teocrático de Israel.

Las palabras importan

Cuando hablamos de Palestina, a veces repetimos expresiones que escuchamos hasta el hartazgo de medios de comunicación que muchas veces presentan una aparente neutralidad. “Guerra contra el terrorismo”, “Conflicto milenario”, “autodefensa”, son solo algunos ejemplos de expresiones que quitan la responsabilidad que tiene Israel como fuerza ocupante y desvirtúan lo que realmente está ocurriendo: un genocidio que se apoya en más de 80 años de limpieza étnica.

Mientras el mundo celebra, Palestina se desangra: ya van cerca de 20 mil personas asesinadas en Gaza y más de 1.9 millones de personas desplazadas.

Cuando conversemos sobre Palestina, reflexionar sobre estas expresiones abre nuevas capas de entendimiento y nos ayuda a problematizar sobre los medios que elegimos para informarnos. Deseamos que los medios sean “neutrales” ante un genocidio? Que busquen justificaciones ante un infanticidio? En este sentido, es muy interesante el manual de estilo que compartió el diario El Salto.

Si bien el lenguaje y rol que ocupan los medios de comunicación en la Causa Palestina es material para todo otro artículo, lo dejamos como un disparador de reflexiones de sobremesa.

¿Qué otras ideas sumarías para abordar la Causa Palestina en estas festividades? Comentanos en nuestras redes sociales.

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